El ayuno intermitente
El ayuno intermitente está de moda, es algo que escuchamos a diario y cada día conocemos a más gente que lo practica, pero ¿de verdad funciona bien? ¿Es sano practicar el ayuno diario?
Enero es mes de propósitos, entre los que no suele faltar el de alimentarse de manera saludable. Propósito que no suele ser nuevo y, que año tras año, por el mes de febrero suele haber caído en el olvido.
En estas fechas solemos estar rodeados de personas que han iniciado una dieta, de las que hay diversos tipos. Algunas con nombres propios: Clínica Mayo, Dukan, Dash, Power, etc, cada una con sus efectos positivos y desventajas, pero que no generan milagros, si no se hacen en forma y tiempo adecuados.
Otros realizan las dietas Detox, basadas en una alimentación sana y equilibrada para eliminar “las toxinas”. No estoy en contra de hacer este tipo de alimentación, pero dudo que nos encontremos intoxicados.
Hoy, os voy a escribir sobre el ayuno intermitente, que se está poniendo de moda, y que no se trata de una dieta, más bien, de programar la comida en unos espacios de tiempo.
Los ayunos en la historia
Cuántas veces hemos oído y leído que el desayuno es la comida más importante del día, y desde hace unos años, que lo ideal son las cinco comidas al día, pues desde hace un tiempo mucha gente preconiza los ayunos que, como veréis, no es nada nuevo.
El ayuno ha sido una práctica común en buen parte de las civilizaciones a lo largo de toda la historia de la humanidad. Hipócrates y Platón, entre otros, elogiaron los beneficios del ayuno. Paracelso, en el siglo XVI, decía que «el ayuno es el mejor remedio, es el médico interior».
El ayuno intermitente
Existen varias formas, pero las más usadas son: el llamado ayuno intermitente 5/2, en el que las personas se limitan a una moderada cantidad de comida en dos días a la semana, un 25%.
Y el más usado, llamado ayuno Leangains o ayuno 16/8. Alimentación diaria con restricción de tiempo, que reduce los tiempos de alimentación a 6-8 horas por día. El resto del día solo agua o infusiones.
Está contraindicado en pacientes con anorexia o bulimia, personas que padecen enfermedades crónicas, mujeres embarazadas o en período de lactancia, a menos que estén bajo la estricta supervisión de un médico, y a menores de 18 años.
Mi seguimiento del ayuno intermitente
Desde hace más de un año llevo leyendo de forma periódica lo publicado en la redes sobre el ayuno intermitente. He observado que con el paso del tiempo, en cada ocasión, disminuían el número de detractores y escépticos.
Por mi condición de médico, recibo publicaciones científicas, y hace pocas semanas recibí este enlace (26-12-19), del que os hago su encabezamiento: “Un artículo de revisión publicado en The New England Journal of Medicine, realizado por el pseudocientífico de la Universidad Johns Hopkins, Mark Mattson, concluye que el ayuno intermitente cuenta con evidencia científica que avala su uso”. Este enlace es de una revista médica seria y no de redes sociales, por tanto es un reconocimiento.
Sobre su mecanismo de acción, parece ser que favorece la salud celular, mejora la regulación del azúcar en la sangre, aumenta la resistencia al estrés, suprime la inflamación, disminuye la presión arterial, los niveles de lípidos en la sangre y la frecuencia cardíaca en reposo.
En cuanto a su efecto adelgazante, por lo expuesto, puede tener efecto positivo, pero siempre que al final del día la ingesta sea razonable y adecuada.
Si cuesta mucho seguir el método y no se disfruta, sino al contrario, dejadlo. No todo el mundo responde igual ni todos los protocolos sirven para todo el mundo.
Si eres de los que hasta que no desayunas no eres persona te adaptarás mal, pero si lo haces por convención social o rutina, te animo a probarlo.
Razonamientos
El japonés Masanobu Fukuoka, agricultor y doctor en microbiología, nos escribió: “Un problema es que en Occidente la ciencia de la nutrición no hace ningún esfuerzo para ajustar la dieta al ciclo natural. El resultado es una dieta que aparta al ser humano de la naturaleza.”
El ayuno es una forma de vida prescrita por la naturaleza, en un gran número de ocasiones, a través de la historia. El ayuno en las épocas de escasez era forzoso, los cazadores se daban grandes caminatas y cuando lograban la presa se daban un atracón.
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Aquí cada uno se engaña como quiere… 🙂
Yo llevo semana y media haciéndolo y de momento bastante bien. Tengo más o menos el mismo hambre por la mañana y creo que tengo menos ansiedad por la mañana que era lo que yo peor llevaba. Ceno sobre las 21:00 y me tomo un té a las 8:45-9:00. Luego me como dos piezas de fruta sobre las 13:00 y ya después como, meriendo si puedo y ceno.
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