O de cómo tapear por la bimilenaria e inmortal ciudad de Zaragoza.
“… y entre los muertos siempre habrá una lengua viva para gritar que Zaragoza no se rinde”
(Benito Pérez Galdós, Episodios Nacionales, 1873)
Por mi doble condición de foodie irredento y de ferviente zaragozano, mucha gente que viaja a Zaragoza me pregunta por el tema del “tapeo”, y al margen de comentarles garitos y rutas, a aquellos que son procedentes de ciudades no acostumbradas a este noble arte, les suelo hacer algunas recomendaciones y/o consideraciones. Tras darlas y darlas, me he decidido a recogerlas en este blog.
Ojo que no estamos hablando de ir a tomar una tapita a un bar y a casa, no, no. Hablamos de ir de pinchos a muchos garitos, sustituyendo así a la comida o cena.
La mayoría de estos consejos serían aplicables también para casi cualquier ciudad del norte de España, pero me he centrado en la mía, que es la que más conozco y quiero. Hala pues, allá vamos amigos, ¡vamos vamos que nos vamos!, que nos vamos de “tapeo”, preparémonos pues para una de las diversiones más típicas de Zaragoza.
10 CONSEJOS, 10:
1.- Ropa y calzado cómodo, nos patearemos la ciudá en busca de las mejores tapas.
2.- Imprescindible presencia de ánimo, motivación, arrojo y gallardía. Es una experiencia “no para cualquiera”, una vivencia extrema no apta para todos los públicos. Solo un@s cuant@s valientes y esforzad@s dan la talla en estas ocasiones. ¡No hay miedo, no hay dolor!
3.- Esta actividad gana enteros si la ejercitas en grupo, cuadrilla, peña, pandilla, colla… En este caso, podemos pagar por rondas o poner un “fondo” como se dice por aquí, o un bote, como se dice más arriba. Si no hay gorrones detectados, lo mejor un fondo común. Ni por asomo penséis en “pagar cada uno lo suyo”, es inviable. Si detectáis algún gorrón, dadle esquinazo (un talia-talia) lo antes posible, antes de poner el fondo. No caben aquí los ratillas, fuera.
4.- Si vamos en grupo resultará imprescindible elegir un macho alfa, un gregario y un tesorero. Uno se abre camino con energía y pide con suficiencia, otro ayuda a sacar y entrar pinchos y vinos, y otro paga. El macho alfa se suele auto-proclamar él mismo (si hay dos candidatos, que se apañen entre ellos, ¡berrea, berrea!), para gregario siempre hay voluntarios, pero ¡ah amigo para tesorero! … ante la pregunta ¿quién lleva el bote?… la cosa cambia. La designación suele ser por imposición pura y dura, o vendiéndola con los argumentos más banales (“venga llévalo tú que trabajas en banca”, o “vamos, hazte cargo tú que eras el delegado de clase”…)
5.- Terminantemente prohibido preguntar eso de “¿nos podemos sentar?” No oigan, aquí no se sienta nadie, ¿hemos venido a setas o a rolex?
6.- Se trata de ir a muchos garitos, los más posibles, por lo que… en cada tasca máximo un vino y una tapa. Repito: un vino y una tapa, por muy buenas que estén, no caigáis en la tentación de repetir en el mismo bareto, que los de fuera enseguida os apoltronáis y os hacéis fuertes en el primero que os gusta y tenéis espacio. Un vino y una tapa. Y rapidito.
7- Se aconseja potear con vino tinto de Borja, Cariñena o Calatayud indistintamente, o blancos de Somontano. Además de tratarse de vinos aragoneses que nos ayudan a imbuirnos del vasto acervo cultural maño, en todas las tabernas se “tira” mucho, por lo que suele estar siempre en un perfecto estado. Pide tal que así: “5 garnachitas por favor” o “5 somontanos”. Cada vez es más habitual que exista variedad de oferta de vinos por copas, algo que aplaudo con ganas. Por cierto… aviso para navegantes: el/la que pida coca-cola o similar… ¡a casa! No son bebidas apropiadas para tapear, aquí hemos venido a divertirnos, no a misa. Vino o caña, no hay más (bueno, venga, vale, haremos una excepción para los abstemios, aceptamos pulpo como animal de compañía en los casos de mosto, sidra y cerveza sin)
8.- No os preocupéis si hay mucha gente dentro o los tugurios son pequeños. No os amilanéis. Aunque parezca imposible, cabéis. Entrad y disfrutad del calorcito, que los camareros suelen ser muy ágiles y la gente entra y sale con mucha rapidez, por lo que enseguida os haréis huecos. De hecho es buen síntoma que esté lleno. La peña sabe a lo que va, se toma un vino y una tapa y… ¡a otro!
9.- Una opción aconsejable si es hora punta y el asunto está condensadito, es que el macho alfa del grupo, acompañado del gregario y del tesorero, entren al local pidan, paguen y saquen los vinos y tapas al resto que pueden esperar fuera en la calle, pues los garitos suelen estar dotados de pequeñas barras o mesas exteriores y hay mucha vidilla ahí fuera sin el agobio del interior. Las calles de las zonas de tapas son transitadas y divertidas, ocurren muchas cosas…
10.- Recomendable comenzar la ruta pronto, sobre las 20.30h, porque así por un lado en muchos bares no pillaremos atasco y por otro necesitamos tener margen de maniobra para llenar el gaznate y el buche y no hay demasiado tiempo pues a partir de las 23.30h comienzan a cerrar los locales de taperío. Otra maravillosa alternativa (más luz y menos gente) es hacerlo a mediodía, lo que se denomina en Zaragoza “aperitivo largo” o “vermú torero”. Comenzar sobre las 13.00h y acabar sobre las 17.00h, la hora en que comienzan los toros, de ahí lo de “vermú torero”.
Pocas cosas me gustan más en el mundo que tapear por mi ciudad, ya sea solo (que es muy muy chulo), con mi mujer e hijas, con mis hermanos, con mis amigos… Siempre hay un momento, un lugar y una compañía para el tapeo.
¡Tapear es vivir! ¡Donde hay tapeo hay alegría! ¡Alegría, alegría!
P.D.: Os avanzo que en breve os descubriré lugares y rutas de tapas por Zaragoza, sé alguna que otra… 😉
Copyright © Aurelio Gómez-Miranda del Río
17/02/19
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Sabias palabras de Aurelio, doy fé de ello como Maño tapeador
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