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Las Merindades no dejan de sorprenderme, llevo yendo a veranear desde que nací, y no conozco ni la mitá de la mitá, no tengo perdón por un lado, y por otro es que su patrimonio paisajístico y cultural es inabarcable… y creciente.
En este caso tiramos por el lado paisajístico del patrimonio de Las Merindades y nos vamos al Embalse de Sobrón en el río Ebro, concretamente al embarcadero que han construido en la localidad de San Martín de Don, perteneciente al municipio de Valle de Tobalina.
Y ahí han montado un bar-restaurante con no muchos recursos pero sí buen gusto, con una terraza divina sobre el embarcadero que se interna en el embalse. Como las mesas están dispuestas sobre el propio embarcadero, te encuentras con que estás comiendo o cenando literalmente encima del río Ebro. De noche, salvando el tema mosquitos, es una delicia, con el río calmo y esa preciosa iluminación que cae de las barandillas…
¿Y aquí que se come? Pues primeros tipo tapeo, con los que te puedes apañar pidiendo varios al centro, y ya si quieres algo más serio, carnes y pescados a la plancha o a la parrilla.
Yo iba tranquilito y solo, y tomé:
• Champis al laurel
• Tortilla rellena
Muy correctas ambas cosas, por estas tierras trabajan muy bien los champis, y, aunque no tan bien como en Cantabria, dominan las tortillas rellenas.
Y tan ricamente, oye, ahí pasé un ratillo majo con mis dos cervecitas tostadas de barril, mirando hipnóticamente al Ebro, pensando en la inmortalidad del cangrejo unas veces, y otras en cuánto tardará una de sus gotas en llegar al Puente de Piedra de mi querida Zaragoza…
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¡Qué lugar tan bonito! A poco que te den cosas decentes la experiencia ya merece la pena.
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Tienen tortilla rellena de esa que nos gusta a ti y a mi 😉
Menudo desayuno ahí a primera hora con la tortilla viendo el Ebro tan calmo…
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Idílico.
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