Casa Hortensia Restaurante & Sidrería



Ubicación: C. de la Farmacia, 2
       Madrid (Madrid)
       España
Código Postal: 28004
Teléfono: 915390090
Horario: Cierra domingos noche y lunes
Menciones:
Tipo de cocina: Asturiana
Te puede interesar: Barra
Web: https://www.casahortensia.com/
Precio estimado: 40,00€

Valoración media :  
5 stars   0
4 stars   1
3 stars   0
2 stars   0
1 stars   0
4 estrellas de 1 Valoraciones
Cocina 5 5
Servicio 4 4
Local 4 4
Servicio del vino 3 3
Relacion calidad-precio 4 4
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16 comentarios sobre “Casa Hortensia Restaurante & Sidrería

  • el 01/07/2023 a las 10:44
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    Pero qué curioso es Madrid, qué cosas te encuentras oye. Estábamos tomando un aperitivo largo por Chueca (buenas setas en la Taberna del Cisne Azul), y así pensábamos seguir, de garito en garito, hasta que un “ansias” mediterráneo de los que se cansan del trajín al segundo garito, eso sí, hay que reconocerlo, muy cultivado y bregado él en asuntos del buen comer, dijo, “¡oye, por aquí cerca conozco un sitio en un piso que ponen la mejor fabada de Madrí, vamos!” Y fuimos, y ahí morimos, claro.

    Casa Hortensia es un lugar singular, peculiar, de esos que ahondan en la percepción de que El Foro es una ciudad heterogénea hasta el extremo, multidiversa, multicultural y llena de sorpresas. Porque ahí, en pleno Chueca, en dos plantas del Edificio Asturias, en el Centro Asturiano de Madrid, encontramos Casa Hortensia: en la primera planta está el restaurante, y en la tercera, la sidrería, que es donde fuimos.

    Pese a estar como digo en una tercera planta, y pese a lo que pueda parecer, es enorme, con una gran barra y dos zonas bien diferenciadas por un pasillo central, una de ellas de mesas altas y otra de mesas al uso. Nosotros, a las mesas altas, pegaditos a unos ventanales que daban al rellano del edifico, de verdá que es algo llamativo.

    Decoración muy rollo taberna, paredes de piedra y el resto todo de madera, clara y como muy nueva, tanto las mesas, como los taburetes, como la barra. Y en cada mesa, el típico cubito de basura metálico, al que acompañó en menos que canta un gallo una botella de sidra que llevaba acoplado un escanciador automático de lo más práctico, ¡quiero uno!.

    Parece ser que La Sidrería tiene su propia carta, pero al final nos dijeron que podíamos pedir lo que nos diera la gana, ya fuera de La Sidrería, como de la carta del restaurante. Y el “ansias”, catalán, simpático y guapo para más señas ?, pidió:

    —————
    • Tortilla de la casa
    • Pulpo a la gallega
    • Merluza rebozada
    • Fabes con almejas
    • Arroz con leche
    • Tarta de queso con arándanos
    —————

    Pues… como dicen los altoaragoneses, ¡hooola, así, sí, coooonsidera! Vamos, que estaba todo espectacular, no podía estar mejor, qué bien comimos o rematamos el aperitivo largo, como ustedes quieran.

    La tortilla de la casa, que resultó ser un tortillón enorme, servido frío, de atún escabechado, tomate natural y cebolla, entró de maravilla, me gustó ese invento; el pulpo a la gallega… qué te voy a contar, ¿que no se puede hacer mejor?; la merluza rebozada, una locura de sabor y frescura, aunque la carne se percibía batida, quizás de las artes pesqueras de arrastre; y las fabes con almejas… ¡guau!, qué delicia, qué textura, qué intensidad, ahora que, yo juraría que habían cocinado las fabes con el fondo cárnico típico del plato regional, y luego le habían echado unas buenas almejas, porque aquello sabía a fabada tradicional que daba gusto, y, por cierto, la ración era desmesurada, con una ración de fabada de Casa Hortensia come una familia; para finalizar, los postres, la tarta de queso, correcta sin más, y… cómo no, el arroz con leche, del que no opino yo porque es de las pocas cosas en la vida que me dan algo de repelús, pero los demás dijeron que de diez.

    Luego he leído que Casa Hortensia, en otra ubicación, comenzó hace más de 30 años y es toda una institución en Madrid, habiendo recibido numerosos premios (entre ellos “Mejor Fabada de Madrid”) y distinciones durante estos años, tanto su fundadora, Doña Hortensia Hernández (que ya no está), como sus fabadas (que siguen estando ? y recibiendo premios). Ahora tenemos en cocina y propiedad a Adela Besteiro, amadrinada por la propia Doña Hortensia.

    La carta de vinos es corta y clasicorra hasta decir basta, y aunque yo comencé con la sidra acompañando al resto, pensando en pasarme al vino más rápido que deprisa, chico, estaba tan rica y el chisme ése escanciador automático adosado al cuello de la botella era tan molón, que seguí con sidra toda la comida. No sé las botellas que cayeron.

    Mira tú que cosas, que con lo que me cortó el rollo que me gusta a mí de aperitivo largo o vermú torero de parroquia en parroquia, al final, era de ley, tuve que darle efusivamente las gracias al “ansias” de Korneyá ?

    Valoración media 4 4
    Cocina 5 5
    Servicio 4 4
    Local 4 4
    Servicio del vino 3 3
    Relacion calidad-precio 4 4

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