Ubicación:
Inca (Balears, Illes)
España
Código Postal:
Teléfono:
Horario:
Menciones:
Tipo de cocina: Tradicional
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Web:
Precio estimado: 40,00€
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Continúo camino por Mallorca en busca de cocina tradicional, y ya que ese día iba a Inca recalo en este lugar.
Tradición y tipismo, que de no ser por haberme informado previamente (lo mínimo, que tampoco hago sesudos análisis 😉) quizá habría dudado del lugar. Local enorme, techos infinitos, una primera sala, con la escueta barra y acceso a la cocina, pasillo que lleva a los aseos y un muy amplio patio interior. La decoración con ese tipismo que es el que me habría hecho dudar: Barriles enormes, en que Diógenes se habría hecho un adosado con balcón; horcas y romanas por doquier. La verdad es que en una segunda mirada no la ves como decoración, si no que el lugar es así, análogo a si hubiera ido a algún lugar en, por ejemplo, Calatrava (Ciudad Real). Paisanaje local y algún turista accidental.
Traen la carta y, como esperaba, ¡ apetece absolutamente todo ! Mirase por donde mirase muy apetecible cocina de la tierra, y en algunos casos posibilidad de medias. Consulté a la amable persona que atendió mi mesa por lo que se me ocurría, y tuve a bien reorientarme, porque era demasiado, ¡ y menos mal que lo hizo ! Las raciones, también aquí, son bien generosas. Vamos con ello…
Mientras se apaña el asunto de la comanda llegan unas olives trencades (aceitunas partidas) bien ricas.
Yendo de aquí pa’llá por Mallorca vi que aquí también hay bastante caracol. A poquito que mirases en algún bar tradicional, en los mercados, te los encontrabas, y oye, habiendo caracoles ¡ había que probarlos ! Tenía bastante curiosidad por el tipo de aderezo y salsa de aquí. Como apuntaba bien generosa media-ración de gordotes caracoles bien burlados en un caldo ligero. Pregunté por el aderezo y era de hinojo y hierbabuena. Trajeron allioli para acompañar los caracoles, pero me olvidé de él; porque yo una vez que estoy en el fragor de la batalla carolística me olvido de que existe el mundo.
Y de principal unos peus de porc farcits (manitas de cerdo rellenas y envueltas en col)… ¡ de ole con ole ! Plato bien hogareño, perfectamente deshuesado, abundante relleno. Todo el asunto en una salsa “tomatosa” y bien acompañado de verduras varias. Había que mojar pan (de Forn Sant Francesc), y se hizo.
… me rendí en los postres, pese a que me llamaban a berridos los tradicionales hube de rendirme a la evidencia de que ya estaba más que saciado.
Esta tradicional felicidad, con bien de agua, por unos comodérrimos 38 EUR.
Nota: Hay vino de la casa, que llega en tipiquérrimas jarras de barro. No obstante hay algunos vinos en la carta que sí pueden apetecer, e ir bien con esta cocina tradicional, y los tienen en vinoteca climatizada.
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