Teléfono: 986507876
Ubicación: Calle, Trav. da Xalda, 3 36600
Carril, Vilagarcía de Arousa (Pontevedra)
España
Horario:
Menciones:
Tipo de cocina: Marisquería
Web:
Precio medio: 50.00€
Tapa, bebida, producto estrella: Bandejas de marisco
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Una taberna de las de toda la vida, con una barra y unas pequeñas mesas llenas de parroquianos, con su tele y el sempiterno fútbol (no sé por qué, pero siempre que voy hay un partido de segunda división) y un saloncito interior.
Aquí se viene a comer marisco, preferentemente en temporada de centollo/a y el público local lo sabe y lo abarrota. También se puede comer las clásicas especialidades gallegas: navajas, almejas, jamón asado, croca, etc. Pero lo importante es el marisco. Cocido.
En mi primera visita al ser cuatro personas, pudimos comparar un centollo y una centolla. Muy distintos ambos, más potente el centollo, más dulce esta última. En mi última visita para dos compartimos abundantes cigalas, pequeñas, pero ricas. Camarones, percebes pequeños, dos nécoras, también pequeñas y una centolla. Todo por 109 euros. Aquí no se ven piezas enormes, pero la calidad suele ser buena y el precio ajustado.
Disponen de vinos en jarra, que se dejan beber y unas pocas botellas donde elegir algo apetecible, a precios más que correctos. Elegimos un desconocido para mí María Manuela, albariño de la más nueva subzona de Rías Baixas: Ribeira del Ulla, ya en la provincia de A Coruña.
Un sitio desenfadado para comer marisco a un precio que no nos haga pedir hipotecas.
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Buscando el horario (que me ha sido imposible encontrar, no lo pone por ningún lado), me ha saltado sin embargo por varios sitos que los locales le conocen como “O Farturas”, jeje, vamos que no pasaste hambre
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Lo de “O Farturas” lo pone en el toldo. Debe ser el sobrenombre, sí.
No, no nos quedamos con hambre. Al tomar la comanda preguntamos si podríamos pedir una bandeja de marisco, pero quitando alguna cosa. Por no pagar un pastizal y por no reventar. Casi nos echan, así que al final pedimos la bandeja para dos entera y casi reventamos, evidentemente, aunque yo bichos de estos es más probable que me canse por aburrimiento que por hambre.
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