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Pues si en la reseña de los espárragos, a la vista de lo riquísimos que estaban éstos, decía que no solo hace bien los vinos el célebre Paco Oliván en su Hacienda Grimón, no me queda otra que corroborarlo dando fe de que también las alcachofas están estupendas.
Madre mía, qué cosa más fina y delicada, qué textura, qué sabor, qué de todo. Alcachofas y aceite, a eso sabe, y punto. Si acaso, con un ligero y hasta agradable recuerdo cítrico. Alcachofas, no, corazones de alcachofas, y de calidad extrema. Y aceite, no, aceite de oliva suave pero del bueno, perfecto para envolver a ese fino tesoro vegetal.
Una conserva simple, sencilla… y extraordinaria.
Voy a probar toíto todo lo que me falta de esta casa, Hacienda Grimón: puerros, pimientos, habitas, tomates secos, perdiz roja, aceite, vinagre… No me cabe duda, viendo cómo están sus vinos, sus espárragos y sus alcachofas, que van a estar de miedo.
Cómo no, iré informando puntualmente.
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