Casa Manteca


Teléfono: 956213603
Ubicación: Calle Corralón de los Carros, 66 11002
    Cádiz (Cádiz)
    España
Horario:
Menciones:
Tipo de cocina: Andaluza
Web:
Precio medio: 15.00€
Tapa, bebida, producto estrella: Chicharrones especiales

Valoración media :  
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5 estrellas de 2 valoraciones
Valoración 5 5
Relación calidad-precio 5 5
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8 comentarios sobre “Casa Manteca

  • el 04/06/2024 a las 17:14
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    … que ya es como hablar del mito, de la leyenda. ¡ Gloria de lugar ! Y que, desde mi punto de vista, están haciendo lo posible para no morir de éxito. En fin de semana es cuasi imposible encontrar ni medio hueco. Entre semana un punto menos, pero va por el mismo camino. Justo delante tienen ahora otro local, donde cocinan buena parte de su repertorio. Principalmente freiduría que te puedes llevar en cucurucho, y que también surte a este otro local. Freiduría de la tradicional gaditana. Nivelón tiene esta gente. Un poco más adelante tienen otro local del mismo grupo. Más amplio. Con más terraza. Que admite reservas. Entre ambas cosas se alivia un poco el aluvión de personas en el local de toda la vida. Dicho esto, vamos al lío…

    … vislumbro medio hueco, no me lo pienso. ¡ De cabeza a él ! A estas alturas rápida ojeada, cruce de miradas con el personal, no me hace falta carta. Par de tortillitas de camarones y media de chicharrones. ¿Manzanilla? ¿Cuál tenéis abierta? Pues con cada cosa una distinta. Con las tortillitas la “en rama” de Carvajal y con los chicharrones, Solear. Estupendas ambas. Pegar la hebra con una pareja anglófona, abarloada en barra y estudiándose la carta, acerca de asuntos del buen comer, de almadrabas y frituras… Una barra de bar como hay pocas.

    Las tortillitas de camarones son para sacarlas en procesión. Ricura suprema. Los chicharrones de peregrinación. Esta felicidad de lugar, por apenas 16,1 EUR.

    Valoración 5
    Relación calidad-precio 5
    • el 04/06/2024 a las 20:07
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      Jo, qué envidia. Es que es pensar en Cádiz… y me vienen muchas cosas a la cabeza, pero la primera, Casa Manteca.

      Los domingos se ponía pegado a su fachada lateral un marisquero con una alhaja tremenda, que podías comprar en cucuruchos y meterte dentro… ¿sabes si sigue?

      P.D.: El de la foto… ¿lo conoces?

    • el 04/06/2024 a las 20:15
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      @aurelio Aunque llevo yendo a Cádiz, y al Manteca, desde 2016 me temo que nunca-unca he estado allí en domingo. He leído tus notas aquí, y en Verema. ¡ Cómo pasa el tiempo ! Y leo lo que escribías entonces, y lo que escribía yo… como si hubiera pasado una vida. Esta persona de la que hablabas, que entonces te parecía, me parecía, una rareza, me resulta ahora absolutamente natural. Es Cádiz. Las personas que en la puerta de los mercados te venden los caracoles en la puerta de los mercados, regalando el orégano fresco. Quienes llevan unas cajas con camarones saltando, y que les compras el asunto pidiendo 1 EUR o 2 EUR de camarones, y los miden con un vaso. Todo eso es Cádiz.

      Comprar los churros en el puesto, y tomartelos en una cafetería, que no tiene mayor problema en que eso sea así. Comprar un cucurucho de pescaíto y tomartelo tomando un fino en otro bar, y que sea normal. Todo eso es Cádiz.

      … que se pare toda la barra, la terraza, la cocina en un bar porque sale a jugar Dani Güiza… eso también es Cádiz 8-D

  • el 11/12/2018 a las 01:26
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    Gran taberna. Estuve este verano y no se puede pasar por Cadiz sin aterrizar en Manteca. Buen ambiente y buenas viandas. Además da pie para hablar con la chavaleria del hoy y del ayer. Nos encantó a toda la familia

  • el 02/09/2017 a las 18:54
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    Qué taberna tan “vivida”, qué rancio saborcillo, qué tipismo.

    Dos pequeños habitáculos (unidos por la barra y un estrechísimo paso) de techos altos, abigarrados de arriba a abajo de fotos y recortes de prensa antiguos enmarcados, botellas de vino, algún motivo taurino… Creo que no hay ni taburetes. A tomar el vino y la tapa de pie, hombre, como mandan los cánones, como a mí me gusta. ¿Qué es eso de sentarse?

    Mucha gente dentro, y también fuera, sin agobios pero llenito. Curiosa simbiosis la que observé un par de días después (sí, no me pude contener y regresé al lugar del crimen) pero a la hora del aperitivo: un señor mayor monta en la calle, apoyado en las mismas paredes de la taberna, ocupando buena parte de su terracita de barricas-mesa, un improvisado chiringuito ambulante de venta de marisquitos de la bahía, como si fuera una pequeñita parada de mercado. Siete u ocho cajas blancas atiborradas de diferentes marisquitos, que te servía en vasitos de plástico. Le pregunté si era empleado de Manteca y me contestó que no, que era “independiente”. -“Oño”, le dije -”¿y cómo es que le dejan los de la taberna ponerse aquí?” -”Porque saben que llevo género bueno” -“Pero al final usté les está haciendo la competencia, venden menos tapas” -”Pero venden más vino”.

    El Manteca limita su oferta a dos epígrafes: chacinas y conservas. Pero qué rico todo lo que tomamos.

    • Mejillones en escabeche
    • Bonito curado
    • Morcilla de hígado
    • Chicharrones especiales
    • Queso curado en manteca

    Divina la presentación, en papel de estraza parafinado, sobre la barra, como antaño. Ni platos ni gaitas, oiga. Y si pides cuatro cosas, te las dejan en la barra una encima de la otra. El trocito de papel de estraza con la morcilla, encima de ésta otra capa con los chicharrones y encima otra con el queso, otra con el bonito…. Lo agarramos todo y nos lo llevamos a una minibarra-repisa que recorre las paredes del local, y lo extendimos.

    Los mejillones, “de categoría”; el bonito era muy curioso, como seco, ahumado y en salazón; el embutido de morcilla de hígado, no podía tener más sabor, qué curioso embutido, parecido a una butifarra negra pero exponenciando el sabor a casquería; y el queso, un buen queso curado de oveja, “mantecoso” (jeje, cómo no!) y potente. Pero, amigo… esos chicharrones… Un absoluto deleite esos chicharrones especiales, un manjar de los dioses. Se trata de mazas de panceta de cerdo que son adobadas y fritas enteras en manteca y por último cortadas en finísimas lonchas. No sé cómo se puede hacer algo tan fresco, jugoso y ligero en boca, partiendo de una panceta frita en manteca, todo de cerdo. ¿¿?? El adobo tiene mucha culpa. De verdad, son adictivos, puedes tirarte tres días comiéndolos.

    -“¿Tienen manzanilla o fino en rama o alguna cosita especial?”. Y me sacaron una muy agradable Manzanilla en rama Yuste. Amo la crianza biológica.

    Pues eso, señores, que ir a Cádiz y no visitar el Manteca… es como comerse un huevo frito sin sal.

    Valoración 4
    Relación calidad-precio 5

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