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Esta taberna valenciana de nuevo cuño ubicada en el popular poblado marítimo de Canyamelar, que abrió hace tres años e irrumpió entonces en el panorama gastronómico valenciano como una promesa, se ha asentado y de qué manera. Se ha hecho su sitio, y no parece que nadie la vaya a mover de ahí.
¿Las razones? Pues unos platos de los de toda la vida de la zona interpretados y actualizados con prudencia pero con toque y vidilla, un ambiente guapo, y una sumillería más que destacable para establecimientos de este tipo, de la mano de Nicola.
Recomiendo que si vas ahí comas/cenes de picoteo, todo al centro, y pruebes muchas cositas, entre las que nunca pueden faltar estas tres:
Sepia sucia con vinagreta de ñoras y cacaos del Collaret / Oreja a la plancha con patata ahumada y mojo de hierbas / Morro, anguila ahumada y frutos secos
¡Qué melosidad en Canyamelar! 😉
Como aspecto de mejora, las dichosas “pinzas” como se les llama en el argot, vamos, los cubiertos para servir platos cuando estos van al centro: no había manera, se los olvidaban siempre, y en estos tiempos de pandemia, deberían tener más cuidado, se trata de un tema delicado, además de irritante, pues con cada pase tienes que andar reclamando las pinzas y esperando a que te las saquen.. Es algo que observo que no sucede únicamente aquí, es un mal generalizado, no lo logro comprender.
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Canyamelar se está moviendo, para muestra la reciente apertura de este local, una taberna valenciana de nuevo cuño.
Guapa sala rectangular con una buena barra a una lado y pequeñas mesas en batería a otro, finalizando en una trastienda que el decorador ha querido mantener tal como era en su origen, en 1937.
Propuesta de tapeo, con la huerta, el mar y productos tradicionales como protagonistas de una cocina valenciana actualizada.
Tomamos rusa, morro, oreja, empanadilla de chipirones, figatels, pincho moruno… La oreja y el pincho adolecieron de un punto mayor de hechura. Buena rusa y empanadilla, sabrosos figatels, y delicioso el morro con anguila ahumada y frutos secos.
Tienen una interesante carta de vinos con varias opciones por copas.
En esta ocasión comí sentado en mesa, la próxima, porque repetiré, será en barra.
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