Ostras Pedrín


Teléfono: 963767054
Ubicación: Carrer de Bonaire, 23 46003
    Valencia (València)
    España
Horario: Cierra domingos por la tarde
Menciones:
Tipo de cocina: De tapas y Marisquería
Web: https://ostraspedrinbar.com/
Precio medio: 25.00€
Tapa, bebida, producto estrella: Ostras y ahumados

Valoración media :  
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4 estrellas de 2 valoraciones
Valoración 4 4
Relación calidad-precio 3 3
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7 comentarios sobre “Ostras Pedrín

  • el 01/01/2019 a las 10:01
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    Un lugar donde perderse a la hora de tomar el aperitivo y, si surge, dejarse llegar.
    Si vas a una hora temprana el local disfruta de un ambiente perfecto, pues ya hay gente pero no está hasta los topes, lo que permite llegar bien a la barra y pedir sin problemas y a buen ritmo.
    La oferta es limitada pero si sabes a lo que vas no defrauda. Aquí la gracia está en coger tres o cuatro ostras de las que tienen en carta y terminar con algunos salazones o erizos (cuando tienen).
    Lo bueno es que el precio lo marcas tú, pues puedes hacer un pequeño aperitivo o quedarte a comer, donde además tendrás el encanto del bullicio de las tabernas y el trasiego de gente yendo y viniendo de la barra.

    Valoración 4
    Relación calidad-precio 3
  • el 10/12/2018 a las 11:29
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    2 veces he visitado este local, reconozco que no soy un apasionado de las ostras como el amigo Dani C.
    Desde mi modesta opinión un poco caras.
    Buena selección de ahumados, y algún cava y champagne muy dignos.
    Buenas conservas y muy rico el pulpo seco, como lo suelen hacer en la zona de La Marina.
    Hace ya mucho que no lo visito.
    Prometo ir entrando más por aquí y contaros mis experiencias.
    SOY GAUDARU

  • el 10/12/2018 a las 11:12
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    Llegas y piensas “! ostras que local mas underground!”…entras y dices ” ! ostras que parroquia mas variopinta!….a pesar de que siempre esta a tope, pides y comentas “! ostras que camareros mas majos!…sales y te quedas con que “! ostras, este sitio mola, que rico todo, tenemos que volver!”.

  • el 28/10/2017 a las 11:49
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    En pleno centro de Valencia, embocas desde La Paz la encantadora calle Bonaire, que es donde se encuentra Ostras Pedrín.

    No me digan que no está bien traído el nombre, que no es simpático y tiene chispa. Ostras Pedrín. Es que me encanta. Ostrás tú! Y saben como se llama la empresa? Ostras tú. No, no me rallo, se llama Ostrás Tú. Buenísimo!

    Parece como desubicado por la decoración, el concepto… “Pega” más en Ruzafa por ejemplo, pero no, ahí está, entre La Paz y Pintor Sorolla, en una callejuela de esas que unen las citadas.

    Garito montado con pocos recursos, con mucho gusto, diseño limpio y funcional, claridad imperante tanto por los ventanales como por los tonos, dos alturas… Bien, bien.

    Tiene la carta graciosamente pintada en los azulejos de la pared tras la barra.

    Tiene mesitas para comer/cenar ahí, pero yo iba a la barra de cabeza, mi ecosistema natural.

    Como ya habrá adivinado el sufrido y pícaro lector, la oferta está centrada en las ostras. En estos momentos tiene de 4 clases y cito por precio, de menor a mayor: valenciana, asturiana, Guillardeau y Ostra del Sol.

    Esta última, la Ostra del Sol, la estrella de la casa, es el fruto de un ambicioso proyecto en el que participa Tarbouriech en… el Delta del Ebro. Miman a las ostras, las sacan al sol (de ahí el nombre) obligándolas así a ejercitarse, muscularse, tonificarse… las vuelven a introducir… Vamos, algo parecido por lo que cuentan al rollito del buey de Kobe.

    Oye, pues vamos a hacer una catita de ostras… Venga sácame una de cada, nos saltamos la asturiana que la tengo muy vista. Y de beber, tienes algún espumoso por copas? Sí, claro… ¿normal o rosado? Bien, bien, bien, cómo pinta esto, oye.

    Sorpresa con la valenciana, han mejorado mucho el producto, la última que probé era más basta y menos sabrosa. Desilusión con la francesa, pasada de salinidad. Y bombazo pletórico con la tarraconense, todo sabor, con un punto dulce espectacular que mitigaba la salinidad habitual, y una mordida cautivadora, con un ramalazo crujiente que precedía a la explosión en boca. Ahora que, cara de ojones, 5 pavos la ostrita, casi el triple que la asturiana, el doble que la valenciana o el 50% más que la francesa.

    Qué difícil es irse una vez llegados a este punto. Mira que yo, como buen tapeador, intento cumplir la máxima de “un bar, un vino, un pincho”. Ni dos, ni tres ni leches. Uno, oño. Y a otro. Peeeeeeeeeeero… joé, había visto nada más entrar unos erizos frescos que… Paaaaaaaaaaaaa dentro! Psssssá, pues no fue lo mejor de la jornada, no.

    “Oye, ¿qué más puedo pedir para rematar este aperitivazo?”. Un majísimo tipo de al lado que estaba con su pareja no le dejó hablar al camarero: “Disculpa que me entrometa pero, de verdad, prueba la tabla de ahumados”. Maaaaaaaaaaaaaarchando una tabla de ahumados! Qué guapas son las barras oye, es que haces amigachos sin querer, son escuelas de socialización.

    Aaaaaaaaaacierto. De primerísima calidad. Salmón, pez espada, bacalao y atún. El salmón y el pez espada, soberbios.

    “Cóbrame, y pones dos cañitas a estos amigos!”

    Valoración 4
    Relación calidad-precio 3

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