En nuestra sociedad el café es la bebida más consumida tras el agua, aunque en algunos países está superada por el té. Se considera, que a nivel mundial es la más consumida, llegándose a afirmar que, tras el petróleo, es la segunda mercancía más comercializada del mundo.
“Quedamos para tomar un café”, es una frase muy reiterada en nuestro medio social. Y es una “forma de hablar” muchas veces, pues luego se suele cambiar con frecuencia tal bebida por otra. Pero nos vale tanto para reencontrarnos con un amigo, como para iniciar un negocio.
Un poco de historia
En esta ocasión no me detendré en la historia del café para no saturaros de datos fáciles de encontrar en muchos medios.
Solo comentaros que es originario de Etiopía y que existen más de 100 especies de plantas de café, pero solo dos se utilizan para preparar la bebida: arábica (que representa el 75% de la producción mundial) y robusta. Como ocurre con el vino o el té, lo que los grandes distribuidores ofrecen al consumidor solo es la enésima parte de lo que se produce en el mundo.
¿Cuál es la mejor hora para tomar un café?
Entre otros efectos, algunos dudosos, de la ingesta del café, tenemos muy claro que actúa contra la sensación de sueño y la fatiga mental.
La gran mayoría de los consumidores toman café prácticamente tras levantarse, tal vez con unos sobaos. Y hay estudios que nos demuestran que esa no es precisamente la mejor hora.
Sobre las 8 de la mañana, el cortisol que genera nuestro organismo se encuentra en los picos más elevados. Y este, que tenemos de forma natural, genera suficiente estímulo en nuestro organismo. Por este motivo, ese café de primera hora de la mañana no genera tanto efecto.
El cortisol alcanza otros picos elevados entre las 12 y 13 horas y entre las 17.30 a 18.30 horas. Por tanto, la mejor hora para tomar un café será entre las 9 y 11.30 de la mañana y tras las 13.30 hasta la tarde. Dicho de otra manera, a media mañana y tras comer, es el momento ideal para tomar un café.
Cómo pedir un café
Hay definiciones que son comunes a todas las regiones, como son: café solo, café con leche o café cortado. Pero si nos salimos de estos tres ejemplos, en muchas comunidades nos encontraremos con denominaciones muy particulares.
Como ejemplos os cito: café manchado (café muy corto con mucha leche) de Andalucía, quemadillo de Zaragoza (algunos granos de café con ron y añadiéndole leche), el tallat en Barcelona (café cortado con leche), el café bombón valenciano (café cortado con un poco de leche condensada), el madrileño mitad y mitad (café con leche fría y caliente), el leche y leche (café largo cortado con leche condensada) de Canarias o el mediano cántabro.
Pasado y presente del café
En cuanto al pasado, no tan lejano, me referiré a la achicoria, que es una planta abundante en campos sin cultivo, que en nuestra postguerra se tomó en infusión como sustituto del café o como adulterante del mismo, pues el café era escaso y difícil de conseguir. Tenía un sabor similar y con poder estimulante por tener inulina, un hidrato de carbono que va liberando azúcares lentamente.
Y en cuanto al presente os comento sobre las cápsulas de café, tan en boga en estos momentos, que se topan con el problema de su reciclaje.
El creador del modelo más popular de monodosis en USA (K-cup), llamado John Sylvan, ha manifestado: “Yo ya no las uso, son muy caras” y “no importa lo que digan los fabricantes, las cápsulas no se pueden reciclar”.
La ciudad de Hamburgo prohibió el uso de cápsulas de café en los edificios públicos en 2016. Y el Parlamento de las Islas baleares aprobó, en enero de este año, una Ley de residuos y suelo contaminantes, que entrara en vigor en 2021, donde la gran batalla han sido los envases, especialmente de las cápsulas de café, infusiones o caldo, que no se podrán comercializar de aluminio como ahora y deberán ser de materiales reciclables o compostables.
Una curiosidad de la historia
El rey Gustavo III de Suecia, estaba convencido que el café era venenoso y condenó a un reo a tomarlo todos los días, y a otro reo le daba té, para confirmar que el té era beneficioso y el café mortal y, nombró un consejo médico para comprobar los resultados. Los médicos murieron los primeros, el rey tuvo un atentado mortal a los 83 años, se murió el del té y el único que siguió vivo fue el del café.
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Interesante artículo Gabriel. El tallat es tanto en Catalunya como en la Comunidad Valenciana, pues no es más que la traducción de cortado (tallar es cortar).
Recuerdo perfectamente cuando íbamos de viaje y parabas en un bar de carretera y alguien pedía un bombón, evidentemente gente de Valencia. La cara de los camareros era buenísima y algún bombón de Nestle he visto puesto en un platito de café, y no de cachondeo, era que el pobre camarero entendía.
También recuerdo la época en la que pedir en Madrid un café, era un café con leche. Si lo que querías era café solo, tenías que pedir eso, uno solo.
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