Bocado Bar



Ubicación: Paseo de la Alameda, 1
       Valencia (Valencia/València)
       España
Código Postal: 46010
Teléfono: 963892084
Horario: Cierra domingos noche y lunes
Menciones:
Tipo de cocina: Actualizada y De mercado
Te puede interesar: Barra, Con menú de mediodía, y Con terraza
Web: https://www.grupobocado.com/bocado-bar/
Precio estimado: 35,00€

Valoración media :  
5 stars   0
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3 stars   0
2 stars   0
1 stars   0
4 estrellas de 1 Valoraciones
Cocina 3 3
Servicio 5 5
Local 4 4
Servicio del vino 4 4
Relacion calidad-precio 4 4
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6 comentarios sobre “Bocado Bar

  • el 08/02/2020 a las 10:48
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    Bocado es otro de “mis restaurantes de confianza”, en este caso para los días de entre semana a mediodía, para comidas informales de trabajo. Eso es para lo que yo lo empleo, pero ojo porque los findes lo peta.

    Se trata de un moderno, luminoso y despejado local, de aire entre mediterráneo y norte europeo, que dispone de cuatro espacios: barra, primer comedor de mesas altas junto a la barra, comedor propiamente dicho y terraza en plena Alameda valenciana, que es evidentemente donde su ubica, más concretamente en el número 1 del citado paseo.

    Es propiedad de dos hermanos, jóvenes, Óscar y Pedro Machancoses, de casta les viene a los galgos, porque son de la familia Balaguer, los de la mítica Casa Balaguer. Saben, saben de qué va esto, lo gestionan muy bien, y tienen otro local, pared con pared, llamado Jauja, especializado en arroces.

    ¿Y por qué voy yo tanto a Bocado?

    Pues en primer lugar porque tienen un menú de mediodía que no puede ser más apañao, lleves a quien lleves aciertas, es lo mejor de la zona, junto a Comed y Bebed, para comidas de trabajo informales en las que quieras un lugar agradable, buena comida y algo más que el típico menú de mediodía de batalla. Su menú, por 18€ sin bebidas, se compone de tres generosos entrantes al centro (suele llevar alguna buena y graciosa ensalada, alguna croqueta, buñuelo, alguna crema, etc) y de segundo, a elegir entre carne, pescado o arroz, así que siempre hay algo que te encaje en función de tus gustos o de cómo te encuentres ese día. Una fórmula mágica, tres entrantes al centro y una carne, un pescado, o un arroz, así contentan a todos. pero es que además, si no no habría chiste, es que está siempre todo muy rico, hay buena mano en cocina, parten del producto pero siempre con gracia y técnicas, elementos y acompañamientos contemporáneos.

    En segundo lugar porque tienen una carta muy agradable y variada, actual, con cositas rrrricas como la rusa, la croqueta de chipirón, las bravas, el tartar de atún con mango, los montados, tostas, buenos embutidos y quesos, latas de calidad, tatakis, etc.

    Y en tercer lugar por Erik, el puto amo de la barra de Bocado, el empleado del mes, del año y del lustro, que siempre tiene 7-8 botellas de vino interesante abiertas para tomar por copas (seleccionadas por Óscar), y te aconseja bien y te trata con simpatía, cariño y profesionalidad. Vaya crack el amigo Erik. A veces que tengo el día tonto (procuro que sean pocos y que caigan en viernes) y me voy yo solo a la barra y me tomo un par de vinitos de los de Erik, un blanco y un tinto, y dos o tres raciones de las comentadas, y sigo trabajando más contento que Chupilla (¿quién sería Chupilla?)

    Que no me olvide del pan cristal, pero qué bien lo hacen aquí, ya sea como acompañamiento del menú o como base para alguna tosta. Tengo compañeros de Madrid que siempre que vienen a visitarme me dicen: “Llévanos a comer al sitio ése del pan cristal!”

    Bien por Bocado y su gente.

    Valoración media 4 4
    Cocina 3 3
    Servicio 5 5
    Local 4 4
    Servicio del vino 4 4
    Relacion calidad-precio 4 4
    • el 10/02/2020 a las 10:24
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      Pues pinta de lujo y leyendo tu comentario y la confianza que te tengo me lo apunto en mi libreta de “los siguientes”. Si me pillara más cerca del trabajo lo solucionaba esta misma semana.

          • el 15/02/2020 a las 10:31
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            Sí, jaja. El último viernes que fui: media de pan cristal, media rusa, una croqueta de chipirón, un pimiento relleno de bacalao, y un tartar de atún con mango. Con copita de blanco y de tinto, ambos “especiales”, pero no recuerdo, no hice foto. De pie, en la barra. Tres cuartos de hora… y a vuelta a currar con el ánimo renovado, sabiendo que el finde estaba próximo, a unas pocas horas de una cenita guay para estrenarlo…
            Amo los viernes. Fíjate, más que los sábados. Y a años luz de los domingos.

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