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Ottakringer, la auténtica rubia vienesa, la más vendida en la capital austriaca. Elaborada por la única cervecera que hay en la actualidad en la ciudad, ubicada en el barrio de Ottakring del que toma su nombre. La producen con agua procedente de un manantial propio que poseen en el subsuelo de la propia fábrica.
Ambarina clara, rubia como decíamos, noblemente límpida y transparente, con capa de espuma media, persistente, blanca.
Facilona, muy fresca, equilibrada, estructurada. En nariz, de media intensidad y baja complejidad, aparecen notas herbáceas, maltas verdes y campo de trigo cosechado.
Es francamente agradable de beber, trago largo, con un atractivo final amargoso contenido.
P.D.: La primera me la bebí en Figlmüller, acompañando a su celebérrimo schnitzel… ¡vaya maridaje geográfico de libro!
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Cuando vaya me beberé unas cuantas Ottakringer! ?
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Jajaja, según con quién vayas avísales antes, no vaya a ser que acabéis con las existencias de Ottakringer y tengan que haceros raddlers…
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