Albertina

  • En España tenemos auténticas joyas en AOVEs. He tenido la suerte de poder vender en Londres (a finales de los 90) y luego poder presentarlos en catas y es un mundo maravilloso.

  • La Guía EVOOLEUM 2021 recoge el resultado de los mejores 100 AOVEs del mundo.
    En este reconocimiento internacional se reúnen prestigiosos catadores para valorar la calidad de los aceites que se presentan a c […]

    • ¡Vaya! Pues muchas gracias, Albertina. No he probado ninguno y solo conocía L’Alqueria. En casa consumimos varios aceites, pero el Lágrima de Viver nos encanta.

      Un abrazo
      Dani

      • En España tenemos auténticas joyas en AOVEs. He tenido la suerte de poder vender en Londres (a finales de los 90) y luego poder presentarlos en catas y es un mundo maravilloso.

        • Sí, Albertina, lo malo es que nos adelantado por la derecha y no hemos sabido llegar al mercado exterior, aunque a veces, siendo egoísta, pienso que mejor para mí.

    • Guapo post, Albertina.
      Cuando vine a vivir a Valencia hace como 20 años, ni probaba el aceite valenciano. Amaba los empeltres turolenses, los picuales jienenses, los arbequina ilerdenses, y, ideas preconcebidas que nos lastran, presumía que el valenciano iba a ser discretón. Cuando me decidí (por obligación, lo servían con el pan de aperitivo en ciertos restaurantes) me sorprendió sobremanera. Juer. Sobre todo los que tenían potencia alta, amargores marcados… uahhhh Luego ya comencé a apreciar otros más comedidos, pero cuando oigo “aceite valenciano” sigo pensando en rock and roll 😉
      Slds!

  • Albertina ha comentado en la entrada, La Mona de Pascua hace 4 años, 7 meses

    Aurelio, el pueblo es Caudete de las Fuentes.
    El hornazo que comentas lo conocí en Arribes del Duero. Es otro tipo de empanada. Un abrazo!

  • Albertina ha escrito una nueva entrada, La Mona de Pascua hace 4 años, 7 meses

    Unos días antes del Jueves Santo era normal ver, desde por la mañana temprano, un desfile de señoras hacia el horno. Eran las abuelas, las madres, llevando bajo el brazo el arreglo para hornear un monumento ga […]

    • “Lea números negros” ¡¡¡ Qué bonituzzzzzz de báscula !!!! ^_____^

      Saludos,

      Jose

    • Me encantan todas las fotos y el relato. Los que hemos crecido en un pueblo seguro recordamos el olor de la Pascua, de las monas horneándose en casa o llevándolas al horno del pueblo.

      Hay algo que me encanta de tu receta, que es como hace mi madre me cuenta sus recetas:

      la harina que te admita

      @jose que es un panarra de pro, sabrá que esto es una medida es un quebradero de cabeza. Solo si ya sabes hacer la receta sabrás el agua que admite esa harina, pero es tan de tierno. Así se trasmitían siempre las recetas y ahí reside también su magia.

      • Sí, ese “la que admita” me ponía de los pelos. Ahora lo miro con ternura porque más o menos sé qué pinta tiene que tener cada cosa y por dónde van los tiros ^__^

        Saludos,

        Jose

        • Claro, una vez tienes claras las texturas es relativamente fácil.

          Mi madre, cuando le pregunto cuánto X le pongo para 4 personas (por ejemplo), me dice: “pues para 4”. En fin….

    • Mola el artículo. Que morriña entra ahora de ver esto, la mona de pascual, echo de menos ira a comprarla para mi hija y ahijadas, así que esta vez nos tendremos que apañar con nuestras manitas y nuestro horno.

    • De qué pueblo del interior es la receta, Albertina?

      Me despierta curiosidad por lo de “hornazo”, no conocía su aplicación como sinónimo de mona de pascua.

      Sí conocía algo parecido a lo que comentas, el hornazo salmantino, uno de los platos típicos de allá, que seguro conoces, similar a una empanada gallega pero rellena de jamón, lomo adobado y otros embutidos ibéricos

      • Aurelio, el pueblo es Caudete de las Fuentes.
        El hornazo que comentas lo conocí en Arribes del Duero. Es otro tipo de empanada. Un abrazo!

      • Hola Aurelio,
        disculpad que me inmiscuya 😉

        En el (¡extraordinarísimo!) libro de Ibán Yarza “Pan de pueblo” se puede observar la maravillosa polisemia del pan. Ese tipo de monas tradicionales (las del güevo me refiero) se pueden encontrar, por ejemplo, también en Madrid y con ese nombre y en Huelva, si bien en este segundo caso se trata de una preparación diferente aun con el nombre de hornazo.

        Saludos,

        Jose

        P.S. Para los más curiosos. En el caso de Madrid se puede ver en Titulcia y en el caso de Huelva en Trigueros.

        • No sólo disculpo sino que agradezco!
          Pues no sabía yo que el término hornazo estaba tan extendido oye, yo solo conocía el salmantino que, por cierto, qué cosa más rica.

  • Una de las actividades agrícolas que más se ha abandonado en mi pueblo, en el interior de la Comunidad Valenciana, es el cultivo de la huerta. En su máximo esplendor llegó a tener una extensión de 800 almu […]

  • Albertina ha comentado en la entrada, El Sushi de Silla hace 5 años

    Gracias Javier, es una visita a la Fundación que vale la pena hacer. El laboratorio gastronómico es una pasada, imagínate asesorado por Ferrán Adrià, no falla. Enhorabuena por Gaudaru.

  • Albertina ha comentado en la entrada, El Sushi de Silla hace 5 años

    Gracias Aurelio, un placer como siempre recibir tus comentarios!

  • Albertina ha escrito una nueva entrada, El Sushi de Silla hace 5 años

    La chef danesa afincada en Londres, Silla Bjerrum, ofreció un menú creativo en el Laboratorio Gastronómico de la Todolí Citrus Fundació, donde demostró su maestría a la vez que su conocimiento del huerto botáni […]

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