Javier de Castro

  • Bueno, José, aunque no te falta razón, quiero ser optimista. Veo jóvenes a ambos lados, comprando y vendiendo, y no pierdo la esperanza…

  • Muchas gracias, Gabriel.

    Sí, los mercados tradicionales necesitan un empujón de las administraciones para no languidecer a la sombra de las grandes superficies. Algo que, por cierto, también ocurre con los pequeños comercios locales. Estamos en una encrucijada en la que cada uno tiene que encontrar su lugar, porque todos caben.

    Saludos cordiales.

  • Hola Ferran, encantado de leer tus comentarios.

    No hace falta ser comprador habitual para disfrutar de la visita a un buen mercado, basta ser un gastrónomo. Otra cosa son los turistas, a veces difíciles de encajar sin que interfieran en las actividades normales.

    Sí, hombre, sólo la visita a lo que yo llamo el “Triángulo de las Berm…[Leer más]

  • Gracias Dani. Sí, la Larousse de los mercados europeos… Con una edición cuidada y unas fotos bonitas iría corriendo a comprármelo, o mejor, se lo pediría a los Reyes Magos.

  • Hombre José, un placer leer tu comentario. Sí, bien sabes de lo que hablamos, y es que los mercados tradicionales están en un momento delicado, en una encrucijada entre la modernización, imprescindible, y la conservación de la tradición más vetusta. Es crucial que las asociaciones de vendedores, que gestionan los servicios del mercado, sepan…[Leer más]

  • Inicio una segunda serie de artículos con un tema muy querido: las paradas del mercado. Para los que nos gusta la gastronomía, el mercado, el mercado tradicional, es nuestro templo. Uno de mis mayores placeres e […]

    • ¡Ole tú! Que los mercados, primero resistan y después crezcan, es tarea de todos.

      Saludos,

      Jose

      • Tú también tienes mucho que contar. Creo que eres de las personas que más y mejores mercados recorre.

      • Hombre José, un placer leer tu comentario. Sí, bien sabes de lo que hablamos, y es que los mercados tradicionales están en un momento delicado, en una encrucijada entre la modernización, imprescindible, y la conservación de la tradición más vetusta. Es crucial que las asociaciones de vendedores, que gestionan los servicios del mercado, sepan estar a la altura para que no se nos muera poco a poco esa tradición tan bonita de comprar en los mercados de siempre, a donde te llevaron de pequeño y donde llevas a tus hijos.

        • Si no conseguimos que se una la siguiente generación, vamos dados. Y lo cierto es que ya llegamos tarde, muy tarde… Casi una generación perdida en su totalidad. Estoy viendo la gentrificación de los mercados por el método del rodillo. Tristemente es lo que está ocurriendo. El público general es lo que quiere, comprar en el supermercado. Las asociaciones de los mercados no están siendo capaces de cambiar el curso y en otras ocasiones fomentan el pan para hoy. Sigh.

          Saludos,

          Jose

          • Bueno, José, aunque no te falta razón, quiero ser optimista. Veo jóvenes a ambos lados, comprando y vendiendo, y no pierdo la esperanza…

    • Muy bueno Javier, cuando acabes va a ser una enciclopedia de obligada lectura.

      • Gracias Dani. Sí, la Larousse de los mercados europeos… Con una edición cuidada y unas fotos bonitas iría corriendo a comprármelo, o mejor, se lo pediría a los Reyes Magos.

    • Y, por supuesto, las carnes de Palanca son una verdadera locura.

    • Me encanta el mercado central de Valencia, lástima que vivo lejos y solo puedo ir ocasionalmente. Y precisamente Palanca es una de las tiendas donde he comprado más de una vez, tienen un producto cojonudo. En navidades de hecho suelo hacer una escapada desde Ontinyent para comprar para alguna de las comilonas de estos días. A ver si este año continúo con la tradición. Saludos!

      Ferran

      • Además del atractivo arquitectónico, el Mercado Central ofrece una materia prima de primera, por lo que es una suerte tenerlo tan cerca.
        Siempre que visito una ciudad voy a su mercado, porque me gusta y porque habla mucho de la idiosincrasia del lugar.
        ¡Abrazotes!

      • Hola Ferran, encantado de leer tus comentarios.

        No hace falta ser comprador habitual para disfrutar de la visita a un buen mercado, basta ser un gastrónomo. Otra cosa son los turistas, a veces difíciles de encajar sin que interfieran en las actividades normales.

        Sí, hombre, sólo la visita a lo que yo llamo el “Triángulo de las Bermudas” del Mercado Central (Palanca -Manglano – Uno), ya vale la pena…

        [Lo llamo así porque en casa me dicen que se me ha tragado la tierra cuando se me pasa el tiempo hablando con Natalia, Nacho y Rafa]

    • Te felicito por tu artículo Javier.
      Efectivamente, la visita y disfrute de un mercado es algo especial. Si visitas el mercado de cualquier población una dia entre semana a media mañana, da una idea bastante ajustada, sobre muchos detalles sociales de dicha localidad.
      Muchos mercados están desapareciendo o languideciendo, ante la competencia de las grandes superficies y la falta de iniciativa de los comerciantes locales, aunque las instituciones están relanzado y modernizando muchos, al darse cuenta de lo importante que es dinamizar el centro de las poblaciones.
      Como bien describes, que grande es el visitar estos mercados, sin necesidad de comprar, hurgando con la vista en cada puesto, admirando por ejemplo, los primeros productos de cada temporada y si se tercia, se compra algo, montando en nuestra cabeza una posible elaboración en nuestras cocinas.
      Un saludo.

      • Muchas gracias, Gabriel.

        Sí, los mercados tradicionales necesitan un empujón de las administraciones para no languidecer a la sombra de las grandes superficies. Algo que, por cierto, también ocurre con los pequeños comercios locales. Estamos en una encrucijada en la que cada uno tiene que encontrar su lugar, porque todos caben.

        Saludos cordiales.

    • Aúpa Javier!
      Me encanta esta nueva línea de post.
      De tu mano iré conociendo los mercados, los puestos, su historia, su gente y sus productos. Y luego iré a comprar lo que usté ordene y mande, faltaría más 😉
      Empiezo mañana mismo comprando buey Valles del Esla en Palanca del Mercado Central Valencia.
      Un abrazo

    • Enhorabuena por el artículo Javier. En el medievo de los procesados y artificios en general, los mercados que aún resisten iluminan el camino de regreso a lo que debería ser la normalidad.

      Ojito con el Central de Valencia que determinados días el turisteo se lo engulle y, en mi opinión, lo desvirtúa.

      • Gracias Fer. Sí, el turismo es un problema con el que hay que lidiar.

        Los hay educados y curiosos, excelentes gourmets y buenos compradores. Algunos extranjeros preguntan cómo llevarse a sus países el mejor ibérico, quesos y hasta piezas de carne. Son de los nuestros y se comportan como nosotros haríamos en los mercados de otros países y, por tanto, tienen todo mi cariño, reconociendo y ayuda.

        Y luego están los grupos, que son muy perturbadores de la actividad normal. Para ellos, a menudo, es una simple atracción más. Es ésta la actividad que hay que controlar, pero no podemos cerrar el mercado a nadie. Encontrar el equilibrio y mantener la convivencia es un punto delicado para que no se convierta en una invasión desordenada, lo que ocurre algunos días, como mencionas. Se ve que lo conoces (y lo has sufrido)… A ver si nos vemos alguna mañana y tomamos algo en el Central Bar 😉

        • Pues desconocía ese primer perfil de turista que comentas. Me congratulo.
          Je, je… el Central Bar es un fijo en cada visita al mercado. Da para un hilo esto el de los bares de mercado. Tanto en el del Cabanyal, con su variedad de croquetas o el de Rojas Clemente, incluso para comer a mediodía con su completo menú, son paradas “obligatorias” 😉

  • Sí, Gabriel, así es. Me encanta el queso y me gusta que se elaboren cada vez más y mejores quesos. Sin embargo, es una pena que esto ocurra para añadir valor a un producto que, en sí mismo, ya debería tenerlo.

  • Qué cierto lo de los cremants, ancestrales, etc. Cada vez mejores, a muy buen precio. Así es que, sí, Champagne va a tener un problema…

  • Sí, Aurelio, estamos en la misma onda 😉

  • Sí, sí, esos. Sé los que dices y yo tampoco lo he visto en España.

  • Entonces, de acuerdo. Si es lo que había, te compadezco porque los malos, son muy malos. Por cierto, lo de las sidras da para otro hilo. Cómo me gustan las sidras francesas (bretonas), qué cremosas, profundas y complejas son. Es curioso porque en casi todas las tiendas de queso encontraba alguna. En cambio, las españolas… sí, hay alguna, pero…[Leer más]

  • Yo no tomaba casi nunca la nata. Alguna vez, por probar, pero no era especialmente apreciada, me parecía demasiado pesada, grasa. A veces recuerdo a mi padre tomarla con azúcar.

  • Bueno, no seáis tan “tintoristas”. Hoy en día hay excelentes Txakolis, con una acidez mucho más equilibrada y mucha más estructura en boca, que dan mucho más juego que un tinto en el tapeo. El Txakoli está en un proceso de revitalización muy, muy interesante. Algo parecido, por cierto, me pasa con el Vinho Verde. No obstante, reconozco que, e…[Leer más]

  • Bienvenido, José Miguel. Es un privilegio contar contigo por aquí.

  • Pues me alegro de haber revivido viejos sabores contigo, gracias Francisco

  • Jajaja, es que son muy útiles como complemento a tus estupendas recomendaciones.

  • Buen artículo, @aurelio, y muy útiles los planos. 👍👍

  • Hola @ferb, muchas gracias y bienvenido. Espero seguir leyéndote por aquí.

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