El Baret de Miquel



Ubicación: Carrer Historiador Palau, 1
       Denia (Alicante/Alacant)
       España
Código Postal: 3700
Teléfono: 673740595
Horario: Cierra domingos y lunes
Menciones: Recomendado Repsol
Tipo de cocina: De autor, De mercado, y Mediterránea
Te puede interesar: Con encanto
Web: https://www.miquelruizcuiner.com/es/inicio/
Precio estimado: 50,00€

Valoración media :  
5 stars   0
4 stars   3
3 stars   0
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4 estrellas de 3 Valoraciones
Cocina 4 4
Servicio 4 4
Local 4 4
Servicio del vino 3 3
Relacion calidad-precio 5 5
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17 comentarios sobre “El Baret de Miquel

  • el 26/06/2020 a las 13:05
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    La mesa más codiciada de Denia tiene nombre y apellido: Miquel Ruiz. Ahora mismo están en 120 días de espera, lo que no está nada mal para un “baret de cantó”, como le gusta decir al propio Miquel Ruiz.
    Me gusta el ambiente de este bar con sorpresa en sus fogones, esa atmósfera distendida que te hace relajarte, bromear con los camareros, siempre cercanos y disfrutando de su trabajo. Es la cuarta vez que lo visito y siempre tengo esta sensación con el personal de sala, ese ambiente familiar en el que casi parece que los Ruiz te han invitado a su casa a comer.

    La propuesta es bien sencilla: 21 platos a elegir siempre para compartir, que en estos tiempos de pandemia se me hace cada vez más raro, pero bueno, nada que no se solucione con un pinzas para servir y una disciplina soviética para no picar con tu tenedor en los platos al centro.

    Hablo de la carta de vinos primero, que es básicamente el talón de Aquiles del este restaurante, y luego al disfrute. Carta sencilla en la que falta una buena propuesta de espumosos y blancos, una oferta bastante mediocre que hace que la experiencia pierda profundidad… Pero bueno, será cuestión de enochalados y la mayoría de los mortales disfrutarán de un cerveza bien fría (que es lo que se ve en las mesas).

    Vamos con la cocina que es la verdaderamente protagonista de El Baret.

    Mullador de verdura con capellanet: echo en falta la jugosidad del plato original, pues esta vuelta de tuerca el plato pierde su parte líquida en la que mullar (mojar) el pan, ganando en estética pero poco más. Soy un loco del mullador original y este no lo vi acertado.

    Steak tartar con roast beff: ahí es nada. Plato para carnívoros con una base de roast beef y un original steak tartar en el que destaca la acidez y la jugosidad. Plato para repetir de postre.

    Mollejas de cordero con vino tinto de Xaló: Cuando la casquería se trata bien, el plato se transforma en un primoroso bocado en el que se juega con el sabor y las texturas, y en estas mollejas se consigue ese efecto potenciador de las notas más dulces del vino, unas brevas y calabaza, que se aúnan con el sabor del cordero.

    Coca de berenjenas con sardinas brevas: visitar la zona y no tirar de cocas es casi una infamia. En este caso no son las tradicionales coquetes de dacsa, sino una pasta filo sobre la que se disponen los ingredientes. Un bocado crujiente y más sofisticado que las cocas clásicas.

    Cous cous de pulpo con garbanzos verdes: pues si antes cambiábamos el maíz por le trigo, aquí cambiamos el cous cous de trigo por bulgur. El resultado es muy bueno, se gana en textura y el sabor de los garbanzos y el caldo casan a la perfección. El pulpo en nuestro caso quedó algo gomoso. Le puede pasar a cualquiera pero desmereció el plato.

    No soy de postres, ya sabéis que pocas veces les presto atención y en este caso empezamos con mal pie, con una tarta de limón donde un jarabe alimonado me hizo apenas probarlo. Eso sí, la ya clásica tarta de manzana, con esa presentación en forma de dos finas obleas crujientes que esconden unos dados de manzana, una especie de compota, también de manzana, y el helado de vainilla. Un postre original para alegrarte el fi de festes.

    Me gusta El Baret de Miquel Ruiz y siempre guardo un buen recuerdo, pues aprovecho siempre la visita para ver a amigos de la zona. Es cierto que hay cosas que mejorar, pero tampoco creo que sea la filosofía del restaurante, así que larga vida al baret y que podamos seguir disfrutándolo, aunque tengamos que hacer encaje de bolillos para conseguir mesas y cuadrar agendas.

    La minuto sumó 45€ por cabeza, lo que me parece una excelente RCP.

    Valoración media 4 4
    Cocina 4 4
    Servicio 4 4
    Local 4 4
    Servicio del vino 3 3
    Relacion calidad-precio 5 5
    • el 28/06/2020 a las 11:33
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      Juer, veo las fotos y no las identifico con El Baret que visité yo (una sola vez, hace unos meses)

      Es cosa mía, casualidad, o es que ha descuidado un poco las presentaciones?

  • el 18/01/2020 a las 12:47
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    – ¿Un bar que tiene una lista de espera de un año? ¿Y en Denia?
    – Sí tío, tiene más lista de espera que el Celler de Can Roca
    – Pero… ¿un bar?… ¿seguro?
    – Sí, sí, El Baret de Miquel, pero es que es de Miquel Ruiz
    – ¿Y ese quién es?
    – Un chef que cocina como los ángeles, le dieron en su día una estrella Michelin en un restaurante que montó en Moraira y tuvo las pelotas de renunciar a ella,
    – ¡Oño, qué curiosidad! Tengo que ir sí o sí

    Esa conversación tuve hace unos años… y hasta la fecha no conseguí una reserva, y lo que son las cosas, casualidades de la vida, después de tanto tiempo intentándolo sin éxito, y va y me junto con dos reservas en dos meses, gracias a dos amigos, una en enero y otra en febrero. La solución perfecta: nos juntamos los tres en la primera, aunque mis amigos no se conozcan, es igual, los dos son gáudaros, hermanos tribales de sangre, congeniarán. Y así fue, y allá que fuimos los tres gáudaros una fría y soleada mañana de invierno, dispuestos a sufrir, a pelear, a lo que haga falta. Somos gáudaros, recuerden, no hay miedo, no hay dolor.

    Oye, pues efectivamente es un bar, bien puesto, pero un bar, un bar con esa luminosidad dianense que a todo le da alegría, pero un bar, un bar con mantelitos y servilletas de papel y tal, con sus sillas desparejadas, con sus mesas de batalla. Nos acomodaron dentro de la barra, en un espacio que han habilitado al no haber movimiento tras ella, pues no se sirve ni cocina ya en esa zona, habiendo quedado más bien como decoración pintoresca y como separador. El caso es que estuvimos ahí bien recogiditos pero sin perdernos el ambiente del resto del bar, qué a gustito, si volviera y pudiera elegir, pediría de nuevo esa mesa.

    La carta, un folio, tiene exactamente 17 platos, y, en una libreta escrita a mano, tienen 9 sugerencias del día más. Eso es todo, amigos.

    Guiados en todo momento por la sabia mano del avezado y experto guía local, que además de gáudaro es oriundo de la zona, seleccionamos lo siguiente, todo al centro:

    —————
    ·· Ostra con raïm de pastor, jengibre, pepino
    ·· Pastisset de hígado de pato y boniato
    ·· Ceviche de erizo
    ·· Figatell de sepia con picada de Mercat
    ·· Sashimi de denton con pelota de puchero
    ·· Tartar de gamba amb fesols i naps
    ·· Coca de níscalos y tira de costilla
    ·· Rabo de vaca al estilo thai
    ·· Tarta de limón
    ·· Tarta de manzana
    —————

    Y, pues qué os voy a contar, pues que comimos muy bien. Las expectativas son muy peligrosas, y las teníamos muy altas, y no sé si se satisficieron al 100%, pero la singularidad de la propuesta es realmente plausible.

    La cocina… de bar no tiene nada, sí que es cierto que hay una aparente sencillez en todos los platos, pero a poco que observes te das cuenta de que hay mucha técnica ahí, y que tras cada uno de ellos hay una mente creativa, inquieta y preclara, la del tal Miquel Ruiz.

    Todos alcanzan una gran altura, a mi gusto brillan más los platos del mar que los de la tierra, en esta ocasión pedimos dos carnes para cerrar, cuando vuelva, que volveré, o al menos lo intentaré, pediré todo del mar, más cositas pero todas marinas, perdonaré las carnes y el pastisset de hígado y boniato (que no dudo que en su día fuera algo rompedor, hoy ya es una composición muy manida y cansina, aunque aquí la ejecutan impecable).

    De los platos del mar, que como digo todos estaban divinos, destacó a lo bestia un mar-montaña que era más mar que montaña, por eso lo clasifico en ese apartado, el Tartar de gamba amb fesols i naps, top, top, top, qué sabor qué juego de texturas y temperaturas, guau, envolvente la gamba, acariciante, melosa… y profunda, rugosa y cañera la crema de fesol i naps. Coincidimos el gáudaro maño y yo en considerarlo “uno de los platos del año”, no del que acaba de comenzar, sino de los últimos 365 días. Otro que no se puede pasar por alto, por ser una creación de Miquel que, como nos explicó el gáudaro alicantino, tiene el inmenso mérito y honor de haber pasado a incorporarse al recetario popular de las casas levantinas, es el Figatell de sepia con picada de Mercat, qué engañosa delicadeza que te acaba noqueando. Y por su plasticidad, parecían pétalos de rosa pálida sobre un cáliz marronáceo, otro mar-montaña más mar que montaña, el Sashimi de denton con pelota de puchero, además de plástico, fresco y sápido.

    Top también uno de los postres, la Tarta de manzana, postraco, postraco.

    Carta de vinos, nada del otro jueves, aunque para ser un bar pues bien claro, pero para acompañar la experiencia gastronómica que ofrece, se queda corta, me faltaron referencias o de blancos con cuerpo o de tintos sin él.

    El servicio, majísimo, desenfadado, divertido, proactivo, un 10.

    A ver cómo demonios consigo yo otra reserva el año que viene, me gustaría visitar este santuario del calordelamorenunbar una vez al año, y con la misma compañía, ya sé que es mucho pedir, pero…

    Valoración media 4 4
    Cocina 5 5
    Servicio 4 4
    Local 3 3
    Servicio del vino 3 3
    Relacion calidad-precio 4 4
  • el 15/09/2019 a las 13:51
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    Este restaurante es uno de los más difíciles de visitar, ya que para reservar es más difícil que el difunto Bulli.

    Y no me extraña, se come rico, divertido y a buen precio, trabaja con la gente de Denia y todo el que pueda acercarse, eso si en agosto, cuando mas gente veranea en la zona, ellos cierran por vacaciones, así que os podéis hacer una idea de lo bien que trabajan con la gente de la zona.

    De aperitivo nos ponen unas patatas fritas con vinagreta de berberechos, muy sabrosa la vinagreta, rico aperitivo.

    Tartar de denton con horchata de coliflor, ralladura de macadamia, hinojo marino y rico aceite, para comer con cuchara y no perderse ningún sápido liquido, 22,5€ .

    Pastisset de boniato, una versión que hace Miquel del postre típico de la zona añadiéndole el toque salado de un micuit. Esto lo se por el amigo Toni, al que le tuve de asesor durante la velada, muy rico. Todos los platos aquí, igual en mi anterior visita, son muy divertidos, cada uno a 4,5€.

    Pulpo seco a la llama con jugo de limón, el pulpo seco solo lo como en esta zona, es muy distinto al cocido, y con el jugo de limón, el boniato a la llama y el rico aceite especiado, muy original, 18,5€.

    Figatell de sepia con pimientos de padron, este plato es una versión marina que hace Miquel de un plato típico de la zona que se hace con carne de cerdo y especias, con cualquiera de las dos materia primas. Me encanta, en mis visitas a la Marina Alta lo he probado en las dos versiones, cada figatell a 4,5€.

    Fideua de estrellas, sabrosa preparación con lemon Grass, crema de guisantes. Súper sápida, como en una fideua pero estrellada, 18,5€.

    Mollejas de cordero con praliné de cacahuete, espuma de ajo y champiñones, a nivel de todos los pases, buenos, bonitos… 18,5€.

    Unas tiras de lomo de vaca con un jugo de sardina de casco, distinto, sabroso, si, ya se que me repito, pero es que este hombre lo hace muy bien, 18,5€.

    Para acabar tres postres para compartir, a cada cual mas rico a una media de 8,5€. Esto fue cosa mía, creo que con un par para compartir hubiese valido, pero al final cogimos los tres o cuatro de la carta, por supuesto la tarta de manzana.

    Para beber un blanco de Pepe Mendoza, otro blanco Las Tres 2016 y un dulce para los postres Casa de la Ermita.

    Tres cafés, un cremaet, 250,40€ cinco comensales, por 50€, tela, no me extraña que no puedas reservar si no andas supervivo.

    Hace poco han reformado cocina, ya que se les quemó. Por lo demás es una decoración desenfadada, sencilla y divertida, como la comida.

    Valoración media 4 4
    Cocina 4 4
    Servicio 4 4
    Local 4 4
    Servicio del vino 4 4
    Relacion calidad-precio 5 5

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