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Pues nueva visita en poco tiempo a añadir a la apuntada por Aurelio, con unas pautas muy similares. Menú cerrado, vinos de sobaquillo, remate con pescado al horno/brasa, carne madurada y quesos, aunque con algo más de presupuesto ya que estábamos de celebración especial. 65€ incluyendo un copazo de sobremesa. Y para los entrantes, nos pusimos en manos del equipo, que nunca falla. Gracias Fran nuevamente.
Para ir haciendo boca, empezamos con una curiosa cata de vinagres, y oye, hay que reconocer que te despierta los sentidos.
Seguimos con la habitual cata de aceites.
Y ya empezamos con lo bueno, bueno en platos al centro…
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– Selección de embutidos 5Js (jamón, lomo, presita, chorizo y salchichón)
– Zamburiñas con langostino: hermosas zamburiñas horneadas con un langostino pelado a su lado y con un ajoaceite ligerito (3 o 4 uds por barba)
– Gambas la plancha: no sé si eran blancas, pero realmente buenas.
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Y ya pasamos a los platos fuertes…
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– Un huevo roto y trufado sobre patatas en salsa de boletus y su correspondiente trufa rallada
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– Una Corvina horneada y braseada bestial, supuestamente para 6 pero podrían haber comido 10.
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– El Ya famoso chuletón madurado, y en este caso, incluso mejor, más tierno y menos nervio (ya se sabe que a veces unas piezas siempre son mejores que otras aunque tengan el mismo padre y madre…
Y para rematar…
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La selección de quesos
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Y por si nos habíamos quedado con hambre, unas frutas flambeadas, que no pude ni tocar.
¿Qué más hace falta añadir?
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Es un negocio q lleva 20 años ya en Montecanal. Se renueva continuamente y siempre está lleno. Tiene una barra muy atractiva! Y la cocina abierta siempre.
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Tú me llevaste hace ya unos años a una especie de reservado, pero con decoración muy diferente a este que comento, ¿lo recuerdas?
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Se trata en origen de un bar-restaurante de urbanización (Montecanal, Zaragoza) venido a más, exitoso, con barra, terraza, comedor de menú diario, comedor de carta… y esta última y nueva apuesta, que es la que nos ocupa, un comedor gourmet totalmente separado y aislado de los otros espacios mencionados.
Elaboran una cocina tradicional cuidada al detalle, producto power, con ciertos platos actualizados.
Se trató de una entrañable cena de un grupo de siete personas, nosotros llevamos los vinos, con menú previamente concertado:
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Degustación de aceites
Ensalada de aguacate y langostino
Pulpo en tempura
Pasta trufada
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Lubina
Chuletón madurado
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Selección de quesos
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Mucha calidad en todos los platos, destacar la interesante cata de aceites, la originalidad del pulpo en tempura (no lo había probado así nunca), el saborazo del chuletón (madurado por ellos) y, sobre todo, la lubina, espectacular, braseada en un primer momento para terminarla en el horno, servida con patatas y piparras.
Servicio impecable, atento y proactivo.
El trato de vinos es estupendo, tienen una carta realmente sugestiva y amplia, sobre todo en el apartado de champagnes.
Un negocio muy bien dirigido, de lo contrario no se explica que triunfe en la barra, en la terraza, en el menú, en la carta… y ahora en este reservado gourmet. Bravo.
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