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En la idílica isla de Korčula, en el Lešić Dimitri Palace, un Hotel-Restaurante de la cadena Relais & Chateaux, y si está en esa cadena… por algo suele ser.
Teníamos unas horas para conocer la isla y comer en ella, y cuando llegó el momento, estuvimos buscando sobre todo por aquellos que parece que circunvalan el casco a orillas del mar, elevados sobre ella. Y entre todos ellos, el que nos pareció más genuino fue éste. ¡Aaaaacierto!
Divinodelamuerte, oigan, una mesa bien puesta sobre el Adriático, algo encantador. Y el comedor interior, por el que pasé para ir al servicio, un alarde de buen gusto, con maneras palaciegas.
“Cocina dálmata moderna” dicen ellos que hacen. Yo diría actualizada más que moderna.
Íbamos a tiro fijo, a probar la pasta con pescado, que nos habían comentado que era lo típico de aquí.
Y tras una degustación de aceites croatas -otro fuerte de la gastronomía dálmata- tomamos:
• Pimientos asados con queso fresco de cabra
• Macarrones caseros con pescado blanco, tomate y alcaparras
• Lubina salvaje con vegetales de temporada
No podíamos creer lo bien que comimos, absolutamente inesperado. Qué bien se come en Croacia, de verdad.
Los pimientos para quitarse el sombrero, los macarrones deliciosos, y la lubina (y no exagero, Dani) de las mejores, si no la mejor, que me he comido en mi vida, fresca a rabiar, una pieza estupenda, con acompañamiento de verduritas y sobre un lecho de una ligera y suave mayonesa con ajo.
Si a esto le añades que tuvimos la suerte de elegir el que a la postre sería el mejor blanco que tomamos en nuestra estancia en Croacia… Queríamos que fuera de la variedad posip y nos recomendaron un Krajancic Sur Lie, un posip macerado sobre sus lías (algo inusual en Croacia).
Y si a esto le añades ese entorno paradisíaco, colgando sobre el Adriático…
¿Creéis que volvería?
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