Para ofrecer las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. El consentimiento de estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o las identificaciones únicas en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos.
El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.
Se trata del restaurante del icónico Hotel Chiqui de Santander, en primera línea de una de las puntas de la Playa del Sardinero. Por tanto, en cuanto a su ubicación no podemos más que decir que es auténticamente privilegiada.
El restaurante ocupa gran parte de la planta baja y tiene una maravillosa terraza que da al mar. El interior es un amplio espacio muy bonito, bien estudiado, que destila sobriedad, modernidad y clase, con una iluminación intimista.
La carta es variada, ecléctica, alternando referencias clásicas tradicionales de la zona con otras actualizadas. Tomamos para compartir:
—————
Tomate de Cantabria, queso de las Garmillas, fruta, anchoa y boquerón
Rabas de magano
Croquetas de rabo de toro con su salsa
Medallones de rape asado con quinoa roja, guisante y salsa kimchee picante
Torrija brioche caramelizada con helado de vainilla
—————
La verdad es que no le puedo poner un pero a la cena, todo estaba rico, usan buen producto y cocinan bien aquí. Sin embargo eché en falta un poco personalidad, de línea argumental. Pese a que mucha de su clientela no está alojada, entiendo que es el restaurante de un hotel, con lo cual se busca esa versatilidad para agradar a todo el mundo, pero por otro lado pierden impronta, lo que provocó que en nuestro caso, cenando bien como cenamos, no pensamos en repetir en ningún momento, no nos atrapó.
Carta de vinos también versátil. Queríamos probar algún blanquito cántabro, pero no había y optamos por un correcto Valedorras de Pago de los Capellanes, O Luar do Sil 2019.
Servicio rápido y atento, demasiado serio, nada proactivo, no invitaba a la interactuación con el comensal.
Pues eso, que teniéndolo todo, le falta algo, ya me disculparán el contrasentido.
You need to login in order to like this post: click here