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En el casco viejo zaragozano, en una callejuela estrechísima que sale de Don Jaime y desemboca en Plaza Santa Marta, nos topamos con esta taberna rollo fusión.
Es una zona encantadora tradicional de tapeo la de plaza Santa Marta y aledaños, con locales y propuestas tradicionales, pero en esta callejuela encontramos dos divertidas excepciones una frente a otra: El Papagayo, aire latino, y El Ángel del Pincho que nos ocupa, aire japo-argentino.
Su oferta la dividen en “De Argentina” y “De Japón”, destacando por el lado americano las empanadas, y por el asiático las tempuras.
Riquísimas las empanadas de carnes picantes o de quesos, y soberbias las tempuras de verduras aragonesas, tal que borrajas, cebollas tiernas…
Local pequeñito y cuidado, con dos ceñidas barricas-mesas en el exterior, en la callejuela que lo peta de ambiente.
Tema vinos limitado, acorde con la zona, pero tienes alguna garnachita atractiva.
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