Teléfono: 0
Ubicación: Mercado de Colón 46004
Valencia (València)
España
Horario: De 12 a 24h
Menciones:
Tipo de cocina: De mercado
Web: https://bar-x.es/
Precio medio: 40.00€
Tapa, bebida, producto estrella:
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Antes de comenzar, centrémonos: Bar-X es un BAR. De Ricard Camarena, sí, pero un bar. Venga, vamos a llamarle gastrobar.
Gracias a mi amigo Dani yo no acusé las malditas expectativas, él ya me ubicó con su reseña (inmediatamente debajo de esta, recomiendo su lectura). Así que cuando yo fui a Bar-X, sabía a lo que iba. Iba a un bar, un bar llamado Bar-X by Ricard Camarena.
Hablando de llamar o no llamar, qué pasada el nombre del mismo, qué inteligente, qué significativo y qué logrado: Bar-X, en homenaje a la localidad natal de Ricard: Barx, muy cerquita de Gandía (a 14 km hacia el interior).
Fui a comer, a la barra, yo solo, y tuve la fortuna de encontrar por allá ese día a dos históricos “ricards”: Juanma y Toni. Toni Padial me contó cositas interesantísimas del proyecto, qué tipo más amable y qué ilusión e implicación tiene, y Juanma Llorens… vaya crack, me puse en sus manos, y entre lo que yo quería pedir y lo que a él le dio la gana sacar, comí lo siguiente:
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Gilda de boquerón en vinagre y piparra vasca
Ensaladilla rusa Ricard Camarena
Ensaladilla tártara con salmón ahumado
Alcachofas con guanciale, yema de huevo y parmesano
Sándwich de queso fundido con trufa
La Torrija del Bar-X
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Y lo acompañé con las siguientes copas de vino:
Fino Ynocente de Valdespino – Viejo C.P. Palo cortado VOS de Valdespino – Magari 2019 de Ca’ Marcanda (Bolgueri DOC, Italia) – Px de autor de Trebujena
Buahhh, chico, salí como Grom, el de Vicky el Vikingo: en-tu-sias-ma-do.
No esperes que te hagan el pino con las orejas, no esperes fuegos artificiales, no esperes ver al Ricard del gastro…. Pero espera, sin miedo, comer bien, creaciones tradicionales de barra (y más) versionadas o mejoradas, afinadas, niqueladas. Esto es un bar, y si lo valoramos como bar, es TOP.
Mención especial para las alcachofas, qué barbaridad, qué plataco, confitadas, nadando en una salsa viscosa como muy cárnica y sápida, con el guanciale, la yema, el parmesano y una glasa amostazada. Brutal el sándwich, rompedor y demoledor, con queso Morbier fundido y trufado, en ese pan de masa madre que hacen ellos con varios cereales (centeno sobre todo) y cubierto por láminas de champiñón crudo. Y lujuriosa la torrija, se desparrama literalmente (por eso va en un cuenquillo), jugosa, gorrinaca, pfffffff
Ya he contado lo que bebí, espectacular, Juanma es muy grande, y la bodega de Bar-X es inusual para un establecimiento de esta categoría por lo amplia y bien seleccionada oferta de vinos, 19 de ellos por copas.
Me quedé con muchas ganas de probar un montón de cositas más, pues la carta, estructurada en Sugerencias del día / Raciones / Producto / Frituras / Para acabar / Postres, está poblada de referencias interesantes, así que… volveré, cómo no, y más rápido que deprisa.
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Bar-X es la nueva barra del ínclito Ricard Camarena, quien ya hace un tiempo nos demostró en su Central Bar que sabe hacer las cosas muy, pero que muy bien.
Sin duda Ricard es un defensor del producto y por ende un amante de las barras de calidad. No es de extrañar que su ahora extinto Cocaloka, un restaurante que se anunció como un proyecto efímero, haya dado paso a esta barra que lo tiene todo.
Ubicación, y es que este emblema del modernismo valenciano, que es el Mercado de Colón, es sin duda un entorno perfecto para una barra en la que puedes entrar a cualquier hora a tomar unas tapas o a quedarte a comer o cenar.
Local, me gusta cómo ha quedado este bar de aire cosmopolita, ambiente sofisticado pero sin perder la calidez de lo que tiene que ser un bar, con un servicio de barra eficiente y amable.
Carta, bravo por esas vitrinas que hacen de expositor, que ayudan a decantarte por lo que vas a tomar, al igual que las pizarras. Ya un poco hartos de los QR (que no le falta si lo quieres), poder elegir sin tener que mirar el móvil, preguntar a la encargada de la barra o escuchar las sugerencias del día, es todo un gustazo, llámenme antiguo.
Vinos por copas, no hablo de un blanco y un tinto, hablo de una carta de vinos por copas. Y es que una barra sin vinos por copas es un mal que deberíamos erradicar. Eso sí, aquí los precios se disparan, algo que, a mi parecer, deberían corregir, aunque seguro que el contable no estará de acuerdo conmigo. Os pongo un ejemplo y que cada uno juzgue: una copa de fino Inocente a 5,5€, teniendo en cuenta que una botella ronda entre los 13-14€, siendo las copas poco generosas, hagan sus cálculos del beneficio de una botella que muy difícilmente tendrá merma.
Pero vamos a lo que vamos:
Bravas Bar-X, buenas, las esperaba algo más bravas, algo más personales, pero no, son unas buenas bravas pero al uso.
Corvina en adobo al más puro estilo andaluz, con su punto avinagrado y servidas sobre una hoja de lechuga. Ricas y no muy habituales en esta zona.
Ensaladilla tártara, y otra vez mis expectativas jugaron una mala pasada, pues me esperaba una salsa tártara contundente y aquí todo es ligero, liviano y, sí, rica, pero no sé porqué mi mente quería más punch.
Manitas guisadas, pensaba que saldrían deshuesadas pero no, y ojo, me gusta, ¡que estamos en un bar!, así que aquí que arremangarse e ir sacando la chicha del plato, mojar en la salsa con el pan y dejar que se fundan en tu boca. Me encantaron.
Sandwich de queso y trufa como colofón, rico y cremoso, con una mezcla de quesos que no se especifican y unas lascas de trufa negra que le dan textura, sabor y aroma. Un bocado de diez en época de trufa.
En líneas generales me gusta Bar-X y, sin estar entre mis barras favoritas, ya llevo dos visitas por dos razones obvias: es una zona que visito a menudo y me viene muy a mano, tengo la garantía de que siempre que vaya encontraré buena calidad y casi siempre una sorpresa en la pizarra.
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Lo de las manitas me ha recordado un episodio de hace unos años en un restaurante-bar-yoquesé capitalino. Uno de los comensales le decía al camarero, con quien tenía algún tipo de relación amistosa, que no sabe porqué en ese plato de mejillones los dejan con cáscara, que sería mejor sin ellas. Este respondió riendo que si no fuera así, de lo rico que está, nos beberíamos ese plato en lugar de comérnoslo y no le dejaría tiempo a la cocina para el siguiente plato (8-D
… y tenía toda la razón.
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XD
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Yo quiero irrrrrrr, lo necesito, wei!!!
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Me presto a acompañerle si le no quiere ir solo.
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Eeenga!
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