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Me faltaba colgar este simpático establecimiento de mi tour de este invierno por el Pirineo Aragonés.
Se encuentra en Aínsa, uno de esos pueblos que sale invariablemente en todas las listas que se precien de “pueblos más bonitos de España”. De tan bonito que es, en ocasiones te llega a parecer irreal.
Y encima está en su Plaza Mayor, icónica, en sus soportales. Ocupa los bajos del Hotel Los Siete Reyes, del cual toma el nombre, pues es de la misma propiedad.
Nos llamó la atención la mañana que visitamos Aínsa, porque está muy bien puesto, porque tiene los barrilacos de mi adorada Estrella Galicia Bodega (gratos recuerdos del GastroCamino 25) y además de taberna-cafetería, vende productos regionales, los mismos que se pueden tomar ahí. Así que una noche, regresamos para ver el pueblo en su versión nocturna y tomar ahí unas cosicas de picar.
Pues eso, su oferta es la que es, 4 cosas que también venden ahí: embutidos, quesos, patés, etc., y alguna pizza, eso es tó, eso es tó, eso es todo amigos.
Cenamos:
• Pan tostado con tomate / Longaniza seca de Aragón / Pincho de tortilla
Y bebimos, además de una caña de Estrella Bodega, una copa de Canfranero blanco 2023 (chardonnay) y una de Canfranero tinto 2022 (cabernet sauvignon y tempranillo). Gran decepción ambos, y mira que los bebí con cariño por aquellos recuerdos infantiles, seguimos con los recuerdos, será la edad, del mítico tren “El Canfranero”, que comunicaba Zaragoza y Canfranc y que era igual de lento que entrañable. Yo, de chaval, en algún tramo me llegué a bajar del tren, correr unos metros en paralelo, y volverme a subir.
Comer, pues eso, nada del otro jueves, pero me moló mucho este local, porque aunaba ese toque desenfadado, moderno y cool de sus estanterías, mobiliario y tal, con un punto nostálgico, ya que el fondo era como un estanco de los de antes, con el tabaco dispuesto como antes, forrando toda la pared del fondo. Música ochentera, el dueño era un tipo muy majo de mi edad que había estudiado en Zaragoza…
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