Para ofrecer las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. El consentimiento de estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o las identificaciones únicas en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos.
El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.
Estamos hablando de una leyenda viva, de uno de los contados bares míticos de Valencia que resisten el paso de los años: desde 1947 lleva Tasca Angel en la Calle Purísima, corazón del casco histórico, junto al Mercado Central. El año pasado celebraron su 75 aniversario.
Se trata de una tasquita minúscula, pero oye, bien aprovechada. La barra es en forma de “L”, cuyo lado corto (cortísimo, caben dos personas máximo) da al exterior, y ese es uno de mis lugares favoritos de Valencia, en plena callejuela pero apoyado en la barra.
Atmósfera castiza, con la plancha como protagonista, tanto del local como de su cocina, porque aquí… prácticamente todo es a la plancha.
Su oferta -más amplia de lo que parece, porque tiene siempre cositas frescas de temporada- se centra en las tapas valencianas: all i pebre, sepia bruta, callos, riñones, huevas, esgarraet, mojama… y… tachán tachán, su tapa estelar, la creación de la casa, por la que realmente son conocidos en cualquier lado: las sardinitas de la casa.
¡Ay esas sardinitas de la casa! Se trata de los lomos de la sardinilla, limpios y desespinados, abiertos en mariposa, pasados por la plancha con mucha mano (punto exacto) y regados luego con una especie de salsa Mery. Una locura, para comerlas a cientos.
Hay otra tapa que pasa más desapercibida, eclipsada por las sardinas, que es la lleterola, pequeñitas mollejas de cordero a las que la plancha les sienta de miedo, pues la fina grasilla que tienen se funde dejando un bocado magro pero jugosísimo. Yo siempre las pido, primero sardinitas, y luego lleterola.
El tema vinos es… penoso, solo tiene un blanco y un tinto, lo sirven en copas horrendas… Aquí, cerveza, oiga, háganme caso.
Los camareros son guasones, rápidos, expeditivos… marca de la casa.
Mientras haya sardinitas (y mollejitas), todo se les perdona, faltaría más.
P.D.: Por cierto, ni Tasca del Ángel, ni Tasca de Ángel, ni Tasca Ángel (de todos esos modos la llaman)… TASCA ANGEL, sin preposiciones ni acentos.
You need to login in order to like this post: click here